Últimamente en la televisión (y con televisión me refiero a las series), vemos cada vez con más frecuencia la representación de la comunidad LGBT+ mediante personajes que -cuando están bien hechos- desafían la heteronormatividad a la que hemos estado acostumbrados por tanto tiempo. No obstante, informes como el de Where we are on tv demuestran que si bien se han hecho avances, todavía falta mucho camino por recorrer. ¿Y a qué viene esto? pues a que la serie de la que hablaré a continuación me ha parecido todo un descubrimiento principalmente por tres razones que se relacionan con lo anterior: a) Tiene un personaje lésbico; b) el personaje lésbico es una adolescente de quince años y es la protagonista, y c) salió al aire en el 2005.

Creada por Katie Baxendale || 2005-2006 || No. de episodios: 20 || UK || Channel 4
Desde que su familia y ella se mudaron a Brighton, Kim tiene un grave problema: está obsesionada y perdidamente enamorada de su mejor amiga Maria Sweet, o como ella la llama, Sugar.


La familia de Kim es bastante peculiar. Está compuesta por Stella, una madre a la que la vida doméstica y el sentimiento maternal no se le da muy bien y que, aburrida de su matrimonio, engaña a su esposo con el decorador; Nathan, un papá noble e ingenuo que se ocupa de las labores domésticas; el hermano menor, Matt, que en palabras de Kim es un freak y quien parece vivir en otra realidad. Este grupo de personas conforman una familia que a pesar de que tardó en generarme empatía (y de que su problemas maritales-sexuales llegaron a cansarme), al final me gustó porque fue algo diferente a lo que acostumbro ver (y porque las situaciones que surgen entre estos padres e hijos son de lo más singulares, incómodas y graciosísimas).
Otro personaje recurrente es Tom, el vecino (interpretado por un jovencísimo Andrew Garfield, por cierto). Aunque solo lo vemos en cinco episodios de la primera temporada, me causó mucha gracia porque se la pasa buscando a Kim, es hijo de padres gays y siempre quiere dejar en claro que su preferencia sexual no es la misma que la de sus papás.


Entonces, ¿recomiendo Sugar Rush? ¡por supuesto! Creo que hace un excelente trabajo al mostrarnos una historia coming-of-age atrevida, fresca y divertida. Por mi parte puedo decir que la pasé increíble acompañando a Kim en su camino por la adolescencia y en los típicos (y no tan típicos) problemas que ésta trae consigo.